¿Tu bebé está muy irritable y llora desconsoladamente?

¿Qué le pasa a mi bebé?

Ya estamos de vuelta del hospital y empezamos una nueva etapa. Es frecuente escuchar que los bebés sólo comen, duermen “ensucian el pañal” pero al llegar a casa vemos que las cosas no son como nos cuentan y empezamos a notar que nuestro bebé está muy irritable, llora desconsoladamente, nos cuesta acomodarlo en el regazo, no hace un buen agarre , tiene dificultades para expulsar los gases, etc.

Pues bien, hoy vamos a hablar de la TENSIÓN DURAL.

La duramadre es una estructura que recubre la médula espinal y el cerebro, y aunque su principal característica es su baja elasticidad en los recién nacidos, en ocasiones, ésta se ve afectada. Tiene una relación muy estrecha con el cráneo y el abdomen, por lo que si la duramadre está con tensión, posiblemente nos encontremos que el cráneo y el abdomen lo están también.

Hay TENSIÓN DURAL cuando se produce  una alteración de los tejidos que recubren la médula debido a microrroturas que se producen, normalmente, en la fase de expulsión del parto y que se cicatrizan generando un tejido rígido e inflexible. La tensión craneal, cervical, dorsal, lumbar o del sacro, con frecuencia está ocasionada por un problema en la movilidad de las vértebras o estructuras articulares.

Para saber si tu bebé  puede tener tensión dural, tan sólo podemos observar cómo se mueve: la tensión muscular que  tiene genera un estado de rigidez constante, con movimientos espasmódicos constantes de brazos y piernas,  o a veces estiran todo el cuerpo arqueándose hacia atrás (no lo debemos confundir con reflujo).El bebé ofrece resistencia a los movimientos que le queremos hacer en alguna articulación del cuerpo. Eso genera una irritabilidad que se refleja en quejido continuo o llanto, alterando de esta manera tanto la alimentación como el descanso, problemas de agarre y succión, problemas digestivos, aumento de tono de la musculatura cervical, incluso problemas de desarrollo motor y adquisición de habilidades motrices (está tensión no les permite desarrollar la musculatura flexora tan necesaria por ejemplo para el gateo).

Con la Fisioterapia Pediátrica, podemos ayudar a liberar las tensiones de la duramadre, dándole la elasticidad que necesita y recolocando las estructuras que hay entre el cráneo y el sacro, permitiendo que el bebé se mueva libremente. 

Conseguiremos un buen agarre, un mejor descanso, mejorarán las digestiones con lo que se verán reducidos sus momentos de irritabilidad. Por lo tanto, mejorará el ambiente familiar.

Nuestra especialista en Pediatría, Esther Fuentes Blanco, valorará a tu bebé con el fin de identificar las zonas de tensión y ayudará a liberarlas.