¿Qué le pasa a mi bebé? ¿Por qué llora sin parar? ¿Por qué no duerme bien?
Son varios los motivos por los que tu bebé puede estar molesto y manifestarlo mediante el llanto.
A continuación os vamos a explicar algunos motivos por los que el bebé puede mantener un llanto persistente, indicativo de que algo dentro de su desarrollo no va bien.
Durante las últimas semanas de su vida intrauterina el feto ha crecido y ha engordado; cada vez le queda más estrecho su “habitáculo”. Su cráneo está apoyado de forma permanente contra la estructura dura de la pelvis de la madre, el cual puede sufrir compresiones localizadas ya que su estado es cartilaginoso y absorberá las presiones deformándose. Estas deformaciones actuarán como zonas de frenado durante el crecimiento. El bebé está comprimido sobre su eje, siente incomodidad global, que hará que se mueva sin parar mostrándose irritado.
Durante la fase de expulsión, el ginecólogo o la comadrona tira de la cabeza y de la nuca del recién nacido para facilitar su expulsión. En ocasiones este estiramiento da informaciones nociceptivas generando una postura de protección, la denominada “tortícolis” . Estas elongaciones generan a mayores un estiramiento excesivo de la vaina de los nervios frénicos que ejercen una acción sobre el músculo del diafragma. Esta disfunción influye, además, en la fisiología del orificio cardioesofágico, y a veces ocasiona un “reflujo gastroesofágico”.
Otro factor que se puede dar son las tensiones viscerales, que se representan mediante “cólicos del lactante”. Se trata de un trastorno habitual en los tres primeros meses de vida y se identifica por un llanto repentino e inconsolable con una agitación de piernas.
Estos tres factores pueden ser la causa de que tu bebé llore sin parar, de que no duerma bien, de que le cueste comer, que tenga reflujo, que se muestre hiperactivo…
Todas estas alteraciones y tensiones no patológicas pueden resolverse mediante el método de las cadenas fisiológicas y así devolverle al bebé la libertad de movimiento.
En Axial valoramos meticulosamente a tu bebé para tratar de ir al motivo causal de la situación de desequilibrio que pueda presentar.