INCONTINENCIA URINARIA
La incontinencia urinaria es la pérdida del control de la vejiga.
¿Qué es?
La incontinencia urinaria es la pérdida del control de la vejiga. Los síntomas pueden variar desde una filtración de orina leve hasta la salida abundante e incontrolable de ésta. Puede ocurrirle a cualquiera, pero es más común con la edad, ya que la distensión de tejidos favorece a que la vejiga no se sustente bien. No obstante se están dando casos en gente joven, ya que con el aumento de la actividad física de impacto se produce un descenso de la vejiga y falta de control de ésta. Hay que añadir también que la falta de tono en la pared abdominal provoca una protusión del sistema visceral. Las mujeres la experimentan el doble en comparación con los hombres.
Se trata de un problema muy común, silenciado y mal tratado que afecta hasta a un 35% de las mujeres.
Tipos de incontinencia
Dependiendo del tipo de incontinencia, se pude clasificar en:
· Incontinencia urinaria de esfuerzo: sucede al aumentar la presión intraabdominal, por ejemplo al reír, estornudar, toser, subir escaleras, prácticas deportivas intensas con saltos u otros esfuerzos. Cuando existen escapes de orina al esfuerzo, es signo de que hay una anomalía funcional que, si no es tratada, en la mayoría de los casos ocasiona complicaciones a medio y largo plazo: hernias vaginales, disfunciones sexuales, depender de un protector, la angustia que el olor puede producir e incluso quirúrgicas. Este tipo de incontinencia no está asociada a la necesidad de orinar y sucede por un descenso de la vejiga y la uretra.
· Incontinencia urinaria de urgencia: consiste en la pérdida involuntaria de la orina asociada a una voluntad imperiosa y repentina de orinar. Existe una consciencia previa. El origen de esta incontinencia se encuentra en el músculo detrusor (que es el encargado de sujetar el vaciado de la vejiga).
· Incontinencia urinaria mixta: la pérdida de orina se produce por una alteración en el músculo detrusor y un trastorno en los mecanismos esfinterianos. Ocurre cuando el detrusor entiende que se ha iniciado la micción y libera el reflejo que produce su contracción.
· Incontinencia urinaria por rebosamiento: la pérdida de orina se produce porque la vejiga se encuentra distendida por obstrucción e imposibilidad de vaciado. Se distinguen dos causas:
- Orgánica: la vejiga se encuentra distendida por una obstrucción que impide el paso de la orina y es incapaz de vaciarse. Cuando la vejiga ya no puede distenderse más se produce el rebosamiento. Los tumores prostáticos son enfermedades que originan este tipo de incontinencia.
- Neurológica: surge por lesiones medulares.
· Incontinencia urinaria de causa psicógena: está asociada a estímulos externos que afectan a los sentidos (frío o agua), a emociones fuertes y repentinas (miedo, angustia o placer) o a fobias y manías.
· Incontinencia urinaria de causa neurológica: engloba las alteraciones de la dinámica miccional que se originan en el sistema nervioso. En su desarrollo influyen los accidentes cerebrovasculares, la esclerosis múltiple, la enfermedad de Párkinson y las lesiones medulares.
¿Cómo se trata?
Dependiendo del tipo de incontinencia urinaria, hay varias opciones de tratamiento.
- Técnicas conductuales: Algunas personas pueden reducir los síntomas de los problemas de control de las funciones urinarias con hábitos sanos, modificaciones de la dieta, biofeedback, tratamiento fisioterápico con entrenamiento de la vejiga y ejercicios para fortalecer la musculatura pélvica.
- Medicación: Los distintos tipos de medicación usados para el control de la incontinencia urinaria de urgencia se centran en detener las contracciones no deseadas de la vejiga.
- Neuromodulación de raíces sacras: Este tratamiento seguro y reversible emplea un pequeño dispositivo médico implantado que envía suaves impulsos eléctricos para estimular de forma continua el nervio sacro, con el fin de restablecer la actividad nerviosa adecuada y mejorar de forma significativa sus síntomas. Este método también podría resultarle eficaz si tiene disfunciones fecales asociadas.
- Procedimientos quirúrgicos permanentes: En algunos casos en que otros tratamientos no funcionan, se puede optar por cirugías permanentes, como un aumento de la vejiga, una denervación de la vejiga o la extirpación de la vejiga para tratar problemas de control de la función urinaria.
En este apartado vamos a referirnos a la incontinencia urinaria de esfuerzo o mixta.
Ejercicios comunes realizados en la gimnasia tradicional o técnicas aplicadas en pilates o yoga no elevan necesariamente el cuello de la vejiga. Por el contrario, podrían resultar en un descenso del cuello, podría llegar a ser contraproducente en mujeres con un bajo tono en el suelo pélvico o con una disfunción en el mismo. Es básico realizar una valoración previa de la capacidad de contracción del suelo pélvico y de la competencia abdomino-pelviana.
Los objetivos principales van a ser la reeducación y el fortalecimiento de la musculatura del Suelo Pélvico. Se trata más bien de favorecer la cosinergia, es decir, la rapidez de que la musculatura reaccione ante un estímulo, en este caso ante el estímulo de las ganas de orinar, reaccionar ante estas ganas, controlar los esfínteres hasta el momento de ir al baño.
En el tratamiento fisioterapéutico se manejan distintos tipos de ejercicios, que también constituyen un importante recurso para la prevención. Los más básicos y conocidos son los ejercicios de Kegel. El objetivo de estos ejercicios es contraer y relajar de manera repetida el músculo pubococigeo. Ejercitar los músculos del suelo de la pelvis durante cinco minutos tres veces al día puede significar una gran diferencia en el control de la vejiga. El ejercicio fortalece los músculos que sostienen la vejiga y mantienen los otros órganos de la pelvis en su lugar.
Pueden realizarse en cualquier postura (sentada, de pie, tumbada), aunque es posible que al principio resulte más confortable su práctica tumbada, con las rodillas flexionadas y con los pies apoyados en el suelo. En esta postura, se trata de imaginar que los músculos que rodean a la vagina y el recto “tiran hacia arriba”. Esto sería la contracción del músculo. Tras intentar mantener unos segundos esta situación, se “bajan” los músculos consiguiendo una relajación.
Otra técnica muy utilizada y más completa para el tratamiento de la incontinencia urinaria es la Gimnasia Abdominal Hipopresiva. (http://www.axialfisioterapia.com/tratamientos/fisioterapia-hipopresiva). Entre los factores etiológicos que provocan la incontinencia urinaria en las mujeres, el más importante es el aumento de presión intraabdominal por el ejercicio abusivo de abdominales, situación que va a incidir sobre el suelo pélvico, provocando la degradación progresiva del mismo y haciéndolo incompetente para la continencia. La Sociedad Española de Fisioterapia en Pelviperineología, aconseja a los equipos médicos y profesionales que racionalicen el uso de otro tipo de abdominales y la propia práctica deportiva, evitando la realización de ejercicio hiperpresivo. En esta línea de cuestionamiento nacieron las técnicas hipopresivas. Por medio de la realización de estos ejercicios, conseguimos una reprogramación de la musculatura de la faja abdominal y suelo pélvico, consiguiendo unos beneficios tanto terapéuticos como estéticos, derivados de un aumento del tono muscular a nivel del periné. Esto contribuye a que la mujer pueda gestionar de manera más rápida y eficaz el control urinario, disminuyendo la posibilidad de pérdidas e infecciones urinarias repetitivas.
El tratamiento depende del tipo de problema que tenga. En Axial contamos con fisioterapeutas especializados que podrán ayudarle en este tipo de patología.
Imagen: www.lifeline.de